La violencia de género o violencia machista es un fenómeno global que afecta a las mujeres de todo el planeta y abarca los más diversos ámbitos, tanto de la vida pública como de la privada. En este día recordamos que no hay ni una sola sociedad libre de esta violencia en el mundo. Los datos que lo atestiguan confirman que esta es la mayor violación de los derechos humanos que conocemos por su extensión y por sus dimensiones, puesto que afecta a más de la mitad de la población mundial.

Millones de mujeres son víctimas de la trata de personas con fines de explotación sexual, violadas en conflictos bélicos, sufren mutilación genital; son casadas contra su voluntad, víctimas de crímenes de honor por sus propias familias; o conviven a diario con el terror provocado por sus  parejas.

Instituciones internacionales ofrecen cifras alarmantes de este enorme problema global. Según la ONU, el 35% de las mujeres del mundo ha sido víctima de violencia física o sexual a lo largo de sus vidas. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta sobre que actualmente la violencia de machista se ha convertido en la primera causa de muerte entre las mujeres de 15 a 44 años, superando a guerras, accidentes de tráfico o cáncer.

Acabar con esta lacra social exige no sólo el firme compromiso de toda la ciudadanía y de las instituciones sino también una revolución educacional en el que las identidades y los comportamientos de las personas no dependan de injustos y peligrosos roles sociales, que fomenta la agresividad y el control en los hombres; y la sumisión, el temor y la culpa en las mujeres.