Semana Santa 2015

El origen de la Semana Santa de Badajoz está ligado irremediablemente al origen del movimiento religioso cristiano que llega a la ciudad con la toma de la misma el 19 de marzo de 1230 por el rey Alfonso IX de León. Tiene que ser con las órdenes religiosas de Santiago y Alcántara, más aquellas otras militares; aderezando el sentimiento religioso y guerrero con el carácter fronterizo, con el que se configura el carácter de la ciudad y se fija la impronta de una urbe en la que tendrán origen sus primeras cofradías.
 

Aunque los archivos históricos nos cuentan que desde el s. XIV proliferaron las hermandades en Badajoz, las cofradías más antiguas y vigentes en nuestra ciudad tienen sus inicios en los primeros compases del s. XVII. De aquellas otras cofradías históricas que no han conseguido llegar vivas a nuestro tiempo nos ha quedado un

importante legado, tanto documental como artístico, distribuido en los diferentes templos de nuestra ciudad.
 

Históricamente, nuestras cofradías siempre han cumplido una doble función, tanto asistencial como penitencial. Mucho más especialmente tras el I Concilio de Trento, tras el cual se promueven las procesiones y otras manifestaciones públicas de fe con el objeto de propagar la religión católica, como reacción contra otras corrientes religiosas de la época.
 

Hoy en día podemos dividir nuestras hermandades en dos grandes bloques. Por un lado las hermandades históricas, pertenecientes a los siglos XVII y XVIII, en ellas se encuadran la del Dulce Nombre de Jesús, la del Santo Entierro, la de la Virgen de la Soledad, la de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y la de Nuestro Padre Jesús de la Espina. Por otro, las contemporáneas, que nacen todas en el siglo XX y principios del XXI. Estas últimas han conseguido imbricarse perfectamente en el entramado cofrade de la ciudad, terminando de aportarle el carácter actual a la Semana Santa pacense. En la actualidad entre todas ponen en la calle 14 procesiones.
 

Todas las hermandades se articulan a través de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de la ciudad de Badajoz. Se trata de un colectivo organizado en el que participan activamente más de 14.000 personas, repartidas por las catorce hermandades de penitencia y gloria. Un movimiento asociativo de primer orden que da poso a esta fiesta de Interés Turístico Nacional.

Y desde este carácter festivo y turístico, no podemos terminar sin reseñar la importancia del patrimonio que atesoran nuestras hermandades. Tanto imágenes de gran valor artístico, como bordados de los mejores talleres, tallas de pasos de incalculable valor, insignias, orfebrería y un largo etcétera, que hacen de los desfiles procesionales un verdadero museo en vivo y en movimiento que no deja a nadie indiferente.