Flamenco en la Plaza Alta

Badajoz flamenca

La cultura del flamenco también forma parte de la cultura de Badajoz. De su historias. De sus sensaciones. Del devenir de una Plaza Alta y el Casco Antiguo donde el flamenco y sus cantes, bailes, palos, palmas y artistas forman parte de las esencias de una ciudad, de la identidad de un pueblo, de una historia rica en expresiones artísticas donde hay, además de arte, mucha pasión.
 

La cultura del flamenco en Badajoz son los nombres que han escrito su historia cuya máxima expresión es Porrina de Badajoz, al que rendimos veneración en la Plaza de la Soledad, siempre con nosotros y junto a la Patrona, a la que tanta devoción rindió. Y, tras él, tantos, durante tanto tiempo, siguiendo su estela, admirando un arte sin tapujos, arte sin medias tintas, un arte sincero, rotundo, directo, humano, de dentro. Un arte al que muy pocos llegan pero al que muchos siguen y admiran.
 

La cultura del flamenco en Badajoz son los que expresan ese arte con tanta destreza, como maestros del alma y la guitarra, del alma y la voz, del alma y el baile y las palmas, del alma y esas letras que la desgarran. Son quienes, sin poder llegar a ese grado superlativo de expresión y creatividad, se unen a una cultura, a una fiesta y a una emoción,

simplemente porque la sienten, porque la viven como suya, porque la entienden desde lo más profundo. Son, por último, aquellos que, tal vez sin entenderla, saben que el flamenco les llena y les completa y forma parte de la historia de un Badajoz eterno.
 

La cultura del flamenco son estos conciertos que, cercanos, íntimos y distendidos, se ofrecen a los amantes, catedráticos y principiantes de un arte que entre todos hemos de seguir manteniendo vivos.

Francisco Javier Fragoso Martínez

Alcalde de Badajoz