Milenio del Reino de Badajoz
Mil años del Reino de Badajoz
Celebramos, conmemoramos, recordamos el Reino de Badajoz. Días de gloria y bienestar, tiempos de bonanza y placeres. Cuentan las crónicas perfectamente documentadas por el académico Manuel Terrón Albarrán, que aquél Reino convirtió nuestro siglo XI en años de paz y prosperidad donde la intelectualidad convivía con el comercio y el desarrollo con la ciencia: “Fue Badajoz durante el período aftasí modelo taifa de la España del siglo XI. Los reinados de al-Muzaffar y
de Umar al-Mutawakkil culminaron su esplendor, la ciudad se convirtió en palenque esclarecido de poetas, áulica y regalada corte de poesía y regocijo. Bajo sus cielos, rumboreados de cigüeñas, junto a bosques de palmeras y en el fresco olor juncal del Guadiana, poetas, efebos y cantores alborozaron su mágica existencia”. Eran días de vergeles y ríos de agua viva, de belleza y música, de pensamiento y comunidad. El Reino de Badajoz acabó teniendo una extensión cercana a los noventa mil kilómetros cuadrados, algo más que la actual Portugal y el doble de Extremadura, llegando sus confines hasta Oporto y León por el norte, Lisboa y el Atlántico por el oeste, el Algarve y Sevilla por el sur y Toledo por el este. No cabe duda de que hay motivos
en la historia de nuestra ciudad para recordar aquellos lejanos tiempos que aún hoy nos permiten revivir tiempos pretéritos que hicieron grande, única, especial a Badajoz y que han conformado una parte sustancial de la identidad de los badajocenses.
Mil años del Reino de Badajoz son mil años de vicisitudes y leyendas, de guerras, sitios y victorias, de muertos y redimidos, de conquistas y fracasos, de reyes y clérigos, de cultura y patrimonio, de fronteras y campos, de una ciudad que ha sido todo aun cuando a su alrededor no hubiera nada, que aun no teniendo nada ha sido capaz de todo y, en el principio, algunos nombres y palabras; Marwan, Batalyaws, Taifa, Reino… historia viva de Badajoz, los ancestros que se congregan en torno a una efemérides que deseamos hacer de todos y para todos. Nuestras raíces deben ser conocidas por la ciudad entera, que debe aprender a valorar este rico patrimonio artístico, patrimonial y cultural que es nuestra más valiosa herencia.
A lo largo de un año, Badajoz conmemora el Milenio del Reino de Badajoz como muestra de nuestra pasión por la ciudad donde vivimos y viven nuestros hijos, por la ciudad que cada día nos seduce gracias a una historia que, tras su fundación, prácticamente comenzó con un Reino pleno de sensaciones y motivos que marcaría para siempre el destino de sus habitantes y los matices de su carácter.
Francisco Javier Fragoso Martínez
Alcalde de Badajoz